viernes, 17 de abril de 2009

Las llanuras de flandes


El sonido de las pulsaciones de sus camaradas retumbaban en sus oidos. Las caras templadas en unos pocos, ojos firmes en el enemigo, reconocibles los ojos cansados de aquellos que han mirado cara a cara a la muerte en dias pasados. Otros en cambio, los mas jovenes, los que no fueron alistados voluntariamente, manchando el suelo de orines que caen desde la entrepierna, el olor seco del miedo, manos temblorosas, los ojos llorosos mientras imploran plegarias a los santos.
Todo esto no importa. Solo levantar la pica formando un mar de lanzas donde se ensarte la caballeria enemiga. Aguantar la carga. Vivir un dia mas. Soportar la embestida del demonio hereje,vestido aquella mañana de soldado holandes en las llanuras de Flandes.
Los caballos revestidos con planchas de metal se echan encima, sus jinetes armados con lanzas de caballeria de mas de tres metros, demonios envueltos en placas de acero.A su oido no llega el galope de las bestias, ni los aullidos de los enemigos al saltar sobre su formacion, unicamente llegan las salvas del maestre de campo:
Clavad las picas, Santiago!!!! Santiago!!! Y cierra España!!!!

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